Lo único imposible en tierra santa: el aburrimiento

Cuando llego a un país nuevo suelo bajar del avión ya sospechando que la realidad de las cosas no sea exactamente como los medios de comunicación cuentan…y que hay interesantes aspectos de la vida cotidiana que la prensa extranjera ni siquiera menciona; Israel representa perfectamente este fenómeno.

Lo primero que me encontré saliendo del Aeropuerto Ben Gurion fue una Tel Aviv moderna, viva y, como la mayoría de las grandes ciudades, con bastante atasco de automóviles. Sin embargo, enseguida destaca la cantidad de bicicletas y patines presentes circulando en cada rincón de la ciudad y en el día más solemne del judaismo, Yom Kippur, o día de la expiación… ¡hasta por la autopista!  Viniendo de Europa, me sorprendió encontrar en Tel Aviv tanta gente aficionada al mundo del patinaje: cada martes por la noche se celebra el Rollerblade Party, en el que cientos de personas se van a la calle ¡con los patines puestos!

Una de las primeras cosas que llamó mi atención saliendo de la ciudad fue la cantidad de zonas verdes y riqueza de vegetación presentes en el territorio…parece casi imposible que hace apenas 100 años practicamente todo el país era desértico! Todos los árboles de Israel estan plantados a mano y la existencia de zonas verdes y cultivos en una tierra con poquísimos episodios de lluvia está garantizada gracias al invento del método de riego por goteo, que se debe justamente a Israel. Hoy en día, Israel es el unico lugar el mundo en el que el desierto se reduce ¡en vez de avanzar!

Bosque de Biriya, Galilea

Siempre creí que la multiculturalidad de grandes capitales como Londres o Berlín no tenían comparación con otros sitios…pero no recuerdo un día en Israel en el que caminando haya escuchado ¡menos que 4 idiomas! Es el primer país del mundo en números de inmigrantes acogidos, desde su fundación. De hecho, parece que la inmigracion  no es interpretada como “un problema que hay que limitar o resolver”, sino una oportunidad para enriquecer la multuculturalidad misma del país y garantizar a todos los judíos del mundo un lugar seguro libre de persecuciones; por ello, Israel ofrece a cada judío entre 18 y 26 años de edad un viaje gratuito de 10 días a la tierra prometida. De hecho, existe una oficina de gobierno especializada para asegurar la integración exitosa: el Ministerio de Aliá (inmigración) e Integración que brinda asistencia a los inmigrantes y residentes que regresan.

Para quienes como yo, vengan de países en los que el servicio militar no es obligatorio, les sorprenderá ver por la calle (y en tren, metro, autobus, bares…) chicos y chicas jovenes en uniforme (o no) ¡llevando armas! Si hablamos de igualdad de género, Israel es el único país en el mundo en el que el servicio militar es obligatorio para chicos y chicas, justo al terminar el bachillerato.

Viajando por el País es imposible no pasar por algún Kibutz..que no tienen nada a que ver con la idea de “aldea de campo” de Europa. El kibutz es una realidad económica muy potente en el estado judío, una forma asociativa voluntaria basada sobre reglas extremadamente igualitarias y sobre el concepto de propiedad común. La economía del kibutz tiene tres ramas: agricultura tradicional, industria y una industria emergente de alta tecnología. Son más de 125,000 israelies que han decidido vivir en un kibbutz, contribuyendo al 20% de la agricultura nacional y 8% de la industria. Parecería imposible, pero los agricultores israelíes manejan empresas que cotizan en bolsa y una gran variedad de negocios en distintos sectores, demostrando que si los miembros de una comunidad tienen el poder de decisión sobre su destino, una economía de tipo socialista, funciona y erradica la pobreza, dentro de un macrosistema capitalista.  Quienes salen de ese estilo de vida comunitaria es normalmente para emprender diferentes carreras u orientar diferentemente su forma de vida.

Atardecer en Crater Ramon, desierto del Negev

Pero lo que más me fascinó de Israel, fue su incapacidad de aburrir: sus microclimas son tan variados que en 6 horas en coche se puede pasar de esquiar en el Monte Hermón a nadar en las aguas tropicales del Mar Rojo, o desde las verdes colinas de la Galilea hasta los áridos wadis del desierto del Neguev; para ambos residentes y turistas es ¡imposible aburrirse en la Tierra Santa!

 

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Photo By: Reddit

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